El arte del Nadi Sodhana. Las implicaciones sobre el sistema nerioso.

En el clásico Hatha Yoga Pradipika, escrito sobre el 1400 d. C., podemos leer que la vida se irradia a través de nadis, se distribuye y organiza a través de caminos o canales. De los miles de nadis que existen (en algunos textos afirman que hay 70.000 nadis), son 3 los más importantes y que deben de tenerse en cuenta, a saber: Nadi Pingala, Nadi Ida y Nadi Shusuma.

  • Nadi Shusuma es el canal central, que se distribuye a través de la parte anterior de la columna vertebral. Este Nadi se focaliza, en la cabeza, entre la parte superior del labio y entre la parte central de la nariz.
  • Nadi Ida, hace referencia a la quietud, al recogimiento y la restauración. Por eso es relacionado con la luna, por su carácter de reposo, nocturno y frío. La actividad se retira y deja paso a la acción creadora invisible. El Nadi Ida termina en la fosa nasal izquierda.
  • Nadi Pingala tiene un carácter de actividad y acción, caliente, relacionado con el Sol. Este Nadi termina en la fosa nasal derecha.

Ida y Pingala se relacionan en la anatomía médica con los sistemas nerviosos Parasimpático y Simpático. Y si bien es cierto que existen ciertos paralelismos, Ida y Pingala conlleva una mayor cantidad de sutilezas que no encontramos en el sistema nervioso tal y como se describe en la medicina o biología.

El conocimiento de los nadis, los yoguis, lo aprendieron de la misma observación y práctica, con ello descubrienron los efectos que tienen sobre la salud física, mental y la respiración. Aprendieron a influir en la naturaleza interna de uno mismo hasta detalles asombrosos para así regularse. De todo esto, podemos extraer un ejemplo al que hace referencia uno de los pranayamas que conocemos " Nadi Sodana". Pero antes, expliquemos brevemente qué son los ciclos nasales.

Los ciclos nasales son la alternancia que se produce en las fosas nasales para la entrada y salida de aire. Parece estar regulado por el hipotálamo y consiste en la inflamación de los cornetes de las fosas nasales.
Cuando los cornetes se inflaman, el aire entra con mayor dificultad, y penetra mayormente por la otra fosa nasal. Este hecho es un ciclo que en los humanos llega a durar 2 o 2,5 horas; pero que se da en todos los mamíferos.


Por una parte, el sistema nervioso, encargado de mandar las órdenes fisiológicas a todas las partes del cuerpo (glándulas, músculos, órganos, etc), debe regularse, debe estar en equilibrio para su buen funcionamiento. El sistema nervioso simpático, que muchos asocian a Nadi Pingala y que se asienta sobre la fosa nasal derecha, debe equilibrarse con el parasimpático, asociado a Nadi Ida y que se asienta en la fosa nasal izquierda. La actividad (Pingala y S.N. Simpático) necesita reposo, y el reposo (Ida y S.N. Parasimpático) se prepara para la actividad.

Pues bien, una de las herramientas que utilizamos los que hacemos yoga para equilibrar nuestro sistema nervioso, para que la energía fluya de forma simétrica y sin obstaculizar al Nadi Susuma es el pranayama Nadi Sodhana, que se podría traducir como "limpieza de canales energéticos".

Sobre Nadi Sodhana, ha habido mucha confusión. Desde la ignorancia, se ha afirmado que este pranayama no tenía sentido, dado que solo existe un conducto de respiración donde se une el aire de la fosa nasal izquierda con el aire de una fosa nasal derecha. Por tanto era, según este criterio, una forma de respirar que era indiferente. Pero bueno, el error este se debía a no tener en cuenta ni los cornetes ni la capacidad de absorber prana de estos. Pero este tema no merece más atención.

La práctica de Nadi Sodhana, es en principio sencilla. Pongo un vídeo donde se explica de manera sencilla y nos enumera algunos beneficios. No obstante, en la práctica de este pranayama, la mente debe una atención constante y meticulosa y una firme determinación. Todo ello necesario para realizar los ajustes delicados en dedos, la presión y la respiración.




En la práctica, el proceso de respiración, el sonido, la resonancia y el flujo de aire deben ajustarse minuciosamente, a fin de ser consciente del flujo del paso del aire. Una vez dominado este aspecto, buscar el equilibrio de las presiones y manipulación para que el cerebro se halle en calma y vigilante. 

Iyengar afirmaba que este pranayama era de los más complicados, y requiere de una sensibilidad extrema de los dedos y de las presiones en las aletas nasales. Hay que tener en cuenta que, además del control del sistema nervioso, de la mente, y el flujo de aire y prana, también encontramos en esa zona diferentes puntos que estimulan los flujos energéticos que deben mantenerse equilibrados según la medicina ayurveda: Luz, Eter, Aire, Agua y Tierra

  



Para terminar. La postura debe ser similar a aquellas que se realizan en la práctica de cualquier pranayama. Brevemente explicada.

Sentado con la piernas cruzadas.
Espalda erguida.
Los 3 bandas mantenidos.
Isquiones bien asentados.
Barbilla hacia el pecho.
etc...