EL yoga te hace más feliz. Lo dice la ciencia.



El siguiente estudio apoya lo que ya sabemos todos los que hacemos yoga desde hace años. Las personas que hacen yoga, son capaces de mantener mejor la calma comparándolos con aquellos que no lo practican, aunque estén haciendo diferentes deportes.



Los hallazgos actuales apoyan la noción de que la experiencia del yoga modula de manera única la actividad de varias regiones del cerebro que son fundamentales para la regulación de la emoción, y produce una respuesta simpática ligeramente menor (o una respuesta parasimpática mayor) a estímulos emocionales potencialmente estresantes en comparación con los atletas recreativos. En consecuencia, la experiencia del yoga puede permitir a los individuos: 
(1) regular el proceso de generación de emociones a través de una mayor flexibilidad, aceptación y falta de apego al yo cuando se observan o experimentan emociones; 
(2) ser más empático cuando se le presenta una situación emocional, prestando atención a las emociones de otros individuos. Estas observaciones se reflejan en la actividad cortical frontal inferior y en la activación del giro supramarginal en el grupo YP, a diferencia de los individuos en el grupo RA. 
Según lo declarado por Bernstein y McNally ( ), la investigación sobre los mecanismos terapéuticos de la actividad física en la regulación de las emociones está en su infancia, y los hallazgos del presente estudio respaldan la necesidad de una mayor investigación sobre los efectos beneficiosos de diferentes formas de actividad física en la salud emocional. En conclusión, la práctica del yoga puede ayudar a las personas a aprender a aceptar y experimentar emociones, y a adquirir la capacidad de separar sus propias emociones de las de otros. Este cambio en la regulación de las emociones puede indicar que la práctica del yoga podría representar un medio para mejorar la salud psicológica y física.


https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6289073/