Sobre la estabilidad en la yogasana.

Representación Pictórica de Pantanjali
En los Sutras de Pantajali, leemos que las asanas deben ser estables y confortables. La estabilidad en las yogasanas significa que podemos permanecer en ella sin la necesidad mental de salir de ella. Por supuesto, la necesidad física de cada uno debe tomarse en cuenta, y la asana deberá adaptarse a las condiciones de quien la practica. Pero es la mente la que, en no pocas ocasiones, intenta huir de la asana.
Cuando queremos escapar de la asana, cuando esta no es estable, se produce una división entre lo que pensamos y lo que hacemos. Y al haber división, por fuerza hay conflicto. Pero la misma definición del yoga, traducida como Unión, ya nos indica que debemos abandonar el conflicto, que debe haber unión, primeramente entre cuerpo, mente y el vínculo de la respiración. La tensión que acumulamos en el cuerpo a la hora de hacer una asana, siempre va a ser vivida como una separación, un acto de huida o esconder, como un acto de no reconocimiento de cierta parte del cuerpo o de la mente.
El yogasana, es la asana que se realiza mediante la integración de cuerpo, mente y respiración. Una vez en ella y de manera estable, podemos entender que la la influencia del cuerpo y la mente es tán íntima que experimentamos la no dualidad, tanto el cuerpo como la mente trabajan a la vez y esto se manifiesta en un estado mental y emotivo más equanime y armonioso.

Al experimentar esta unión, la mente se mantiene entonces despejada y atenta, clara y a la vez sujeta a la voluntad. Preparada para meditación, pranayama o para la vida cotidiana. El cuerpo es afetado por esta armonía que proviene de la men
te y se regula el sistema nervioso, las tensiones musculares se aflojan y sentimos cierta tranquilidad física.

Por otro lado, debemos de tener en cuenta que cada yogasana tendrá unos efectos positivos no solo a nivel físico sino a nivel mental. Sin la estabilidad de la asana, sin la experimentación de la unión cuerpo y mente, únicamente podremos apreciar los cambios a nivel físico de cada asana en concreto; siendo ajenos a los cambios sutiles y de los tres Gunas de la mente.

Actualmente, son muchos los que practican yoga que se esfuerzan en hacer las asanas más difíciles, y aunque siempre debe haber algo de esfuerzo, e ir avanzando, nunca deben olvidar que objetivo principal, que es la estabilidad de la asana y la experimentación de la unión entre el cuerpo y la mente.